El problema de Google con la fragmentación de Android ya viene de largo. A pesar de que su última dulce actualización, KitKat, está diseñada para poder funcionar en terminales de gama media e incluso baja, no parece ser que esto haya sido suficiente aliciente para los fabricantes y compañías a la hora de actualizar sus terminales, o incluso a la hora de equipar sus nuevos modelos.

Aunque parezca raro, todavía hoy se ven nuevos anuncios con Android 4.2 o hasta 4.1, y la gran G ha decidido que es hora de poner punto y final al problema. Así, el buscador ha enviado a compañías como Samsung, HTC y LG un comunicado al que ha llamado «Android Memo» y en el que dicen lo siguiente:

A partir febrero de 2014, Google no aprobará la distribución de Servicios Móviles de Google (GMS) en nuevos productos de Android que corran antiguos lanzamientos de la plataforma» […] «Cada lanzamiento de una plataforma tendrá una ventana de aprobación GSM que típicamente se cerrará 9 meses después de que la siguiente versión de Android sea públicamente accesible.

¿Y en qué se resume esto? En que los terminales que no corran la última versión de Android (con un margen de 9 meses desde el lanzamiento de esta) no tendrán la aprobación GSM, es decir, no tendrían acceso a las apps de Google, puede que ni siquiera la tienda de aplicaciones Google Play.

Este movimiento de Google trata de poner en jaque a los fabricantes y obligarles a terminar con la fragmentación de Android, pero no faltan los rumores sobre el impacto real que esto tendrá sobre el mundo Android, por ejemplo un pequeño éxodo de usuarios a otros sitemas operativos minoritarios.

Además, esta solución deja sin tratar a lo que representa casi un tercio de la comunidad: los forks que no dependen de los servicios de Google, como los de Amazon o los de muchos clones venidos del mercado asiático.

Y vosotros, ¿creéis que esta será por fin la solución a uno de los mayores problemas de Android, o seguirá la fragmentación?